lunes, 16 de marzo de 2009

El viajero del tiempo


Mi primera poesía de ciencia ficción:


Restalló la rodilla del viajero
al volver en él la "fisicidad".
Su cara estaba exenta de humildad
al tratarse del éxito primero.

Desintegrar la duda y la unidad
y tornarse del tiempo pasajero,
burlador del destino, misionero,
audaz y esquivo de eras de maldad.

Y arrojar el reloj a la basura,
objeto sinsentido y pegajoso,
pues todo se hace eterno y nada dura.

"Expulso los minutos cuando toso"
me dice, empantanado de amargura.
"El no tener horario es horroroso".

1 comentario:

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Hablando de tiempo, contigo siempre vale la pena esperar! Qué bárbaro!