
Tu pelo se mecía silencioso
con un ritmo lento, aterciopelado,
como bailando con el viento helado
un vals de Viena de compás celoso.
Sentir lo que es la paz cuando, a tu lado,
dejo pasar las horas y reposo
mi hastiado cuerpo, que antaño fue hermoso,
sobre las madreselvas del pecado.
Purgar el sentimiento de vencido
si tu mano acaricia mi cogote
cargado de tensiones, dolorido.
Y liberar mi ser de todo mote
en el último paso hacia el olvido;
el primer movimiento hacia tu escote.
2 comentarios:
Winston:
Buenísimo, sobre todo lo de las madreselvas del pecado. Ahi donde ves haces una labor de difusión cultural importante. Además de que tus versos son buenos por derecho propio y nadie escribe poesía ya, eres respetuoso de los metros tradicionales, o más bien clásicos, con los que pocos están familiarizados aunque debieran. Nomás un comentario "breve" pa' que no se rompa el contacto.
Vas a hacer q me empiece a gustar la poesía!
Saludos
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