DíA 10 - 16/10/10
El ultimo día del festival empezó con un clímax, viendo una auténtica maravilla: I saw the devil. El director Kim Ji-Woon (Dos hermanas, The good, the bad, the weird), homenajeado en esta edición del festival, nos presentó su última obra; un thriller trepidante, grandioso, escalofriante,… toda una lección de cine. Una película de casi dos horas y media, nada aburrida, con momentos muy sangrientos, humor negrísimo e interpretaciones sobresalientes, sobre todo de Choi Min-Sik (Oldboy) como carismático psicópata. Una dirección perfecta para mostrarnos la acción claramente y llevarnos vertiginosamente hacia un triste y sádico final. Sin palabras ante una de las mejores películas del año.
La película de cierre de este año fue Mother’s Day de Darren Lynn Bousman. Flojo remake de una película de la Troma, con el gran acierto de tener de protagonista a Rebecca De Mornay (también homenajeada este año). Poco a destacar de esta cinta con muchas reminiscencias a la saga de Saw y unos cuantos efectismos.
Finaliza el festival por este año. Ya anunciadas las premiadas, las analizaré a fondo en otro artículo.
El Festival de Sitges 2010 se puede resumir en tres hechos notables: muy poca ciencia ficción y terror, muchas cintas de asesinos psicópatas y dominio del cine oriental.
jueves, 28 de octubre de 2010
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 9
DíA 9 - 15/10/10
Buen comienzo de día con una película coreana titulada Bedevilled. Un drama rural de libro, con un estallido final de violencia escalofriante. Muy buena película.
Para seguir el día nada mejor que una comedia negra. The perfect host llamó mucho nuestra atención pero acabó siendo reiterativa y decepcionante. El protagonista es David Hyde Pierce (el hermano de Frasier: Niles) y no lo hace mal, pero cansa un poco con su interpretación amanerada y psicótica.
Por la tarde y con las fuerzas repuestas, nos enfrentamos a la última ganadora de Cannes: Uncle Boonmee who can recall his past lives, del tailandés de nombre impronunciable Apichatpong Weerasethakul, director que fue definido en más de una ocasión como narrador del anticine y no de forma gratuita. De sus anteriores películas había visto Tropical Malady y es una de las películas más lentas que he visionado en mi vida, por lo que esta nueva no me ha pillado desprevenido. Se trata de la historia de un hombre que se va a morir y al que se le van apareciendo espíritus, entre ellos el de su hermana, fallecida unos años antes. De lo que se cuenta a lo que se ve hay un trecho pues el director se recrea en planos-cuadros que probablemente tengan mucho contenido y profundidad, pero que aburren a las ovejas.
El día acabó frustrado pues de la sesión formada por I spit on your grave, The violent kind y The Final, solo quería ver la primera y en mitad de proyección se estropeó el rollo y pusieron la siguiente entre abucheos. Nosotros abandonamos la sala y me dijeron que al acabar la segunda, pusieron una copia en dvd de I spit on your grave y la película fue un éxito para los que aguantaron. De lo que vi puedo decir que estaba muy bien, pero solo vimos 40 minutos y de ellos no se pueden sacar conclusiones. La película se trata del remake de una cinta con el mismo nombre, aquí llamada La violencia del sexo, que en su día (1978) fue un gran éxito, incluyendo el festival de Sitges de ese año, en donde se llevo el premio a la mejor actriz.
Buen comienzo de día con una película coreana titulada Bedevilled. Un drama rural de libro, con un estallido final de violencia escalofriante. Muy buena película.
Para seguir el día nada mejor que una comedia negra. The perfect host llamó mucho nuestra atención pero acabó siendo reiterativa y decepcionante. El protagonista es David Hyde Pierce (el hermano de Frasier: Niles) y no lo hace mal, pero cansa un poco con su interpretación amanerada y psicótica.
Por la tarde y con las fuerzas repuestas, nos enfrentamos a la última ganadora de Cannes: Uncle Boonmee who can recall his past lives, del tailandés de nombre impronunciable Apichatpong Weerasethakul, director que fue definido en más de una ocasión como narrador del anticine y no de forma gratuita. De sus anteriores películas había visto Tropical Malady y es una de las películas más lentas que he visionado en mi vida, por lo que esta nueva no me ha pillado desprevenido. Se trata de la historia de un hombre que se va a morir y al que se le van apareciendo espíritus, entre ellos el de su hermana, fallecida unos años antes. De lo que se cuenta a lo que se ve hay un trecho pues el director se recrea en planos-cuadros que probablemente tengan mucho contenido y profundidad, pero que aburren a las ovejas.
El día acabó frustrado pues de la sesión formada por I spit on your grave, The violent kind y The Final, solo quería ver la primera y en mitad de proyección se estropeó el rollo y pusieron la siguiente entre abucheos. Nosotros abandonamos la sala y me dijeron que al acabar la segunda, pusieron una copia en dvd de I spit on your grave y la película fue un éxito para los que aguantaron. De lo que vi puedo decir que estaba muy bien, pero solo vimos 40 minutos y de ellos no se pueden sacar conclusiones. La película se trata del remake de una cinta con el mismo nombre, aquí llamada La violencia del sexo, que en su día (1978) fue un gran éxito, incluyendo el festival de Sitges de ese año, en donde se llevo el premio a la mejor actriz.
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 8
DíA 8 - 14/10/10
Se aproxima el final del festival y todavía con muchas películas prometedoras. La esperadísima Monsters nos decepcionó mucho. La cinta que fue vendida como una de las mejores películas de monstruos de los últimos años resultó ser un bluff, un argumento que utilizaba un contexto fantástico para contarnos realmente una historia de amor e inmigración, como hace habitualmente el director M. Night Shyamalan, pero peor. Destacable únicamente resultan los actores principales, que hacen soportable un producto que resultaría mejor siendo un cortometraje.
La polémica llegó a Sitges, al presentarse la “peligrosa” A serbian film, cinta serbia con algunas de las mayores atrocidades vistas en el cine convencional. Pero no se asusten pues, A serbian film, no es para nada gratuita; es una película que denuncia la situación de un país que acaba de salir de una guerra y, lejos de exaltar los actos violentos, los condena, produciendo en el espectador una terrible ansiedad y un fuerte rechazo hacia ellos. Apartando la temática y los hechos que en ella suceden, la cinta tiene una factura técnica muy buena y un pulso narrativo encomiable. Una controvertida gran película que mucha gente se perderá solo por la condena a que la están sometiendo los medios.
Otra gran película fue Cold Fish y no menos dura que A serbian film. La última obra del japonés Sion Sono (Suicide Club, Love Exposure) es una historia basada en hechos reales, sobre un vendedor de peces que resultó ser un psicópata. Una magnífica película con una estética muy de vídeo, pero muy bien narrada, a la que tal vez solo se le pueda criticar su larga duración. Una de las grandes del festival.
Muy aburrida fue Red nights (Nuits rouges du bourreau de jade), una cinta francesa hecha en China. Torturas muy sofisticadas, un veneno centenario, un extraño misterio, un rollo patatero, en donde solo destaca el poco gore que contiene. En definitiva, mala.
No mejor que la anterior fue We are the night, una cinta hortera dirigida por el creador de La ola, Dennis Gansel. Las aventuras de unas vampiresas de lujo, tontas unas, repelentes las otras; con el estilo de la saga Crepúsculo y con la acción epiléptica que tan de moda está. Nada destaca en la película, nada que merezca la pena reseñar aquí.
Para finalizar el día, una sesión de cortos, a cual peor y una película de terror llamada The Pack (La Meute). Buen planteamiento pero a la media hora sale a la luz su mediocridad. Muy seca y nada entretenida, una decepción.
Se aproxima el final del festival y todavía con muchas películas prometedoras. La esperadísima Monsters nos decepcionó mucho. La cinta que fue vendida como una de las mejores películas de monstruos de los últimos años resultó ser un bluff, un argumento que utilizaba un contexto fantástico para contarnos realmente una historia de amor e inmigración, como hace habitualmente el director M. Night Shyamalan, pero peor. Destacable únicamente resultan los actores principales, que hacen soportable un producto que resultaría mejor siendo un cortometraje.
La polémica llegó a Sitges, al presentarse la “peligrosa” A serbian film, cinta serbia con algunas de las mayores atrocidades vistas en el cine convencional. Pero no se asusten pues, A serbian film, no es para nada gratuita; es una película que denuncia la situación de un país que acaba de salir de una guerra y, lejos de exaltar los actos violentos, los condena, produciendo en el espectador una terrible ansiedad y un fuerte rechazo hacia ellos. Apartando la temática y los hechos que en ella suceden, la cinta tiene una factura técnica muy buena y un pulso narrativo encomiable. Una controvertida gran película que mucha gente se perderá solo por la condena a que la están sometiendo los medios.
Otra gran película fue Cold Fish y no menos dura que A serbian film. La última obra del japonés Sion Sono (Suicide Club, Love Exposure) es una historia basada en hechos reales, sobre un vendedor de peces que resultó ser un psicópata. Una magnífica película con una estética muy de vídeo, pero muy bien narrada, a la que tal vez solo se le pueda criticar su larga duración. Una de las grandes del festival.
Muy aburrida fue Red nights (Nuits rouges du bourreau de jade), una cinta francesa hecha en China. Torturas muy sofisticadas, un veneno centenario, un extraño misterio, un rollo patatero, en donde solo destaca el poco gore que contiene. En definitiva, mala.
No mejor que la anterior fue We are the night, una cinta hortera dirigida por el creador de La ola, Dennis Gansel. Las aventuras de unas vampiresas de lujo, tontas unas, repelentes las otras; con el estilo de la saga Crepúsculo y con la acción epiléptica que tan de moda está. Nada destaca en la película, nada que merezca la pena reseñar aquí.
Para finalizar el día, una sesión de cortos, a cual peor y una película de terror llamada The Pack (La Meute). Buen planteamiento pero a la media hora sale a la luz su mediocridad. Muy seca y nada entretenida, una decepción.
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 7
DíA 7 - 13/10/10
Kosmos es una película turca que mezcla surrealismo y realismo mágico con muy buena fotografía y unos bellos escenarios. Un guión un tanto lento resiente la grandeza de la película, pero hay ciertos detalles en la historia que hacen reflexionar, y eso siempre es bueno. Buen sabor de boca para empezar el día.
La posesión de Emma Evans es española pero está rodada en inglés y tiene actores extranjeros como Doug Jones. Es aburrida y trata el tema de las posesiones de una forma muy manida. Floja y olvidable.
La última cinta de Joel Schumacher, Twelve, no es demasiado fantástica ni por temática, ni por calidad. Poco se puede decir de ella, pero es entretenida. Una más en la amplia filmografía del mediocre Schumacher. Lejos queda su obra maestra Un día de furia.
Otro ciclo en el Casino Prado, que empieza con un documental sobre los nuevos realizadores de la serie Z española y su paso por los festivales catalanes. Su título: Condenados a luchar. Curioso pero demasiado extenso y hecho casi exclusivamente para el disfrute personal de los involucrados en él.
Una de las mejores películas sobre asesinos en la historia del cine es Henry: retrato de un asesino. Tony no es un remake de aquella cinta de culto, pero casi. Una gran película y una grandísima interpretación de Peter Ferdinando. La historia de un extraño personaje que vive de la ayuda del paro, que ve películas de acción ochentenas en VHS y que mata de vez en cuando. Narración fría y efectiva, llena de detalles.
Tony es un buen final para un mal día de cine y, no digamos, de terror.
Kosmos es una película turca que mezcla surrealismo y realismo mágico con muy buena fotografía y unos bellos escenarios. Un guión un tanto lento resiente la grandeza de la película, pero hay ciertos detalles en la historia que hacen reflexionar, y eso siempre es bueno. Buen sabor de boca para empezar el día.
La posesión de Emma Evans es española pero está rodada en inglés y tiene actores extranjeros como Doug Jones. Es aburrida y trata el tema de las posesiones de una forma muy manida. Floja y olvidable.
La última cinta de Joel Schumacher, Twelve, no es demasiado fantástica ni por temática, ni por calidad. Poco se puede decir de ella, pero es entretenida. Una más en la amplia filmografía del mediocre Schumacher. Lejos queda su obra maestra Un día de furia.
Otro ciclo en el Casino Prado, que empieza con un documental sobre los nuevos realizadores de la serie Z española y su paso por los festivales catalanes. Su título: Condenados a luchar. Curioso pero demasiado extenso y hecho casi exclusivamente para el disfrute personal de los involucrados en él.
Una de las mejores películas sobre asesinos en la historia del cine es Henry: retrato de un asesino. Tony no es un remake de aquella cinta de culto, pero casi. Una gran película y una grandísima interpretación de Peter Ferdinando. La historia de un extraño personaje que vive de la ayuda del paro, que ve películas de acción ochentenas en VHS y que mata de vez en cuando. Narración fría y efectiva, llena de detalles.
Tony es un buen final para un mal día de cine y, no digamos, de terror.
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 6
DíA 6 - 12/10/10
¡Qué alegría! ¡Qué alboroto! ¡Vuelve Miike y nos trae una joya! Gran sorpresa me llevé al ver Thirteen Assassins del maestro Takashi Miike, al descubrir que se trataba de una de las mejores películas de samuráis o “chambara” del cine actual. La película contiene un gusto clásico, que recuerda a obras maestras de directores del pasado como Okamoto, Kurosawa, Gosha o Kobayashi, maestros que elevaron el género al Olimpo del 7º Arte. Miike lo hace muy clásico pero sin olvidar su estilo, sus rarezas, las características que le han vuelto uno de los mejores autores de la actualidad: el elevado uso de la sangre, cuerpos tullidos, humor negro… Las escenas de acción tienen la coreografía perfecta y la planificación va acorde. Un planteamiento largo pero interesante y unos 40 minutos finales, de batalla, vibrantes. Un prodigio de película que hará las delicias de todos los fanáticos del cine de samuráis y del cine en general.
Flotando tras ver la joya de Miike, me meto a ver Black Death, de otro grande del fantástico contemporáneo: Christopher Smith, director de la cinta de culto Desmembrados. La película narra una historia de acción dentro del marco de la Edad Media y la peste negra. Es interesante pero posee altibajos de ritmo que descienden el buen nivel que alcanza la película en ciertos tramos. Igualmente es una película entretenida.
Y hoy la cosa va de directores míticos, pues no solo con Miike y Smith tenemos suficiente, si no que encima se presenta la última obra de otro de los grandes maestros: Takeshi Kitano. El hombre que tantas alegrías cinéfilas nos ha dado: El verano de Kikujiro, Hana-Bi, Dolls, Zatoichi,… por decir unas pocas, últimamente no anda muy afinado y ésta, titulada Outrage, es una cinta demasiado hermética sobre venganzas e iras yakuzas, en donde la trama se vuelve muy espesa para el cansado espectador del festival. Eso sí, la película está muy bien dirigida y el Kitano actor está genial como casi siempre.
La cinta Super, es un muy buen divertimento que satiriza todo el mundo de los superhéroes de una forma muy acertada. Al contrario que la edulcorada Kick Ass, esta película no se anda con chiquitas, haciendo un retrato minucioso de un auténtico psicópata que para recuperar a su chica se vuelve una especie de justiciero que más que combatir el mal, lo crea. Muy divertida, muy bien interpretada y, sobre todo, muy original. Una gran película.
Ciclo en el cine Casino Prado para acabar el día, con una doble sesión que incluye una de las últimas producciones de Roger Corman (Homenajeado en el festival): Sharktopus; y un documental sobre el cine filipino: Machete Maidens Unleashed!
Sharktopus es demencialmente mala pero tiene gracia. Es serie Z de la buena, pero a la media hora de pura diversión llega el sopor y la película se hace larga, larga.
El documental Machete Maidens Unleashed! presenta un cine muy interesante que se hizo en Filipinas en los años 70, un cine explotaition puro, basado en el modelo americano pero con presupuesto muy limitado. Muchos directores y actores famosos (John Landis, Joe Dante, Sid Haig,…) hablan sobre ese cine con nostalgia y humor. Un documental muy bueno para acabar el día.
¡Qué alegría! ¡Qué alboroto! ¡Vuelve Miike y nos trae una joya! Gran sorpresa me llevé al ver Thirteen Assassins del maestro Takashi Miike, al descubrir que se trataba de una de las mejores películas de samuráis o “chambara” del cine actual. La película contiene un gusto clásico, que recuerda a obras maestras de directores del pasado como Okamoto, Kurosawa, Gosha o Kobayashi, maestros que elevaron el género al Olimpo del 7º Arte. Miike lo hace muy clásico pero sin olvidar su estilo, sus rarezas, las características que le han vuelto uno de los mejores autores de la actualidad: el elevado uso de la sangre, cuerpos tullidos, humor negro… Las escenas de acción tienen la coreografía perfecta y la planificación va acorde. Un planteamiento largo pero interesante y unos 40 minutos finales, de batalla, vibrantes. Un prodigio de película que hará las delicias de todos los fanáticos del cine de samuráis y del cine en general.
Flotando tras ver la joya de Miike, me meto a ver Black Death, de otro grande del fantástico contemporáneo: Christopher Smith, director de la cinta de culto Desmembrados. La película narra una historia de acción dentro del marco de la Edad Media y la peste negra. Es interesante pero posee altibajos de ritmo que descienden el buen nivel que alcanza la película en ciertos tramos. Igualmente es una película entretenida.
Y hoy la cosa va de directores míticos, pues no solo con Miike y Smith tenemos suficiente, si no que encima se presenta la última obra de otro de los grandes maestros: Takeshi Kitano. El hombre que tantas alegrías cinéfilas nos ha dado: El verano de Kikujiro, Hana-Bi, Dolls, Zatoichi,… por decir unas pocas, últimamente no anda muy afinado y ésta, titulada Outrage, es una cinta demasiado hermética sobre venganzas e iras yakuzas, en donde la trama se vuelve muy espesa para el cansado espectador del festival. Eso sí, la película está muy bien dirigida y el Kitano actor está genial como casi siempre.
La cinta Super, es un muy buen divertimento que satiriza todo el mundo de los superhéroes de una forma muy acertada. Al contrario que la edulcorada Kick Ass, esta película no se anda con chiquitas, haciendo un retrato minucioso de un auténtico psicópata que para recuperar a su chica se vuelve una especie de justiciero que más que combatir el mal, lo crea. Muy divertida, muy bien interpretada y, sobre todo, muy original. Una gran película.
Ciclo en el cine Casino Prado para acabar el día, con una doble sesión que incluye una de las últimas producciones de Roger Corman (Homenajeado en el festival): Sharktopus; y un documental sobre el cine filipino: Machete Maidens Unleashed!
Sharktopus es demencialmente mala pero tiene gracia. Es serie Z de la buena, pero a la media hora de pura diversión llega el sopor y la película se hace larga, larga.
El documental Machete Maidens Unleashed! presenta un cine muy interesante que se hizo en Filipinas en los años 70, un cine explotaition puro, basado en el modelo americano pero con presupuesto muy limitado. Muchos directores y actores famosos (John Landis, Joe Dante, Sid Haig,…) hablan sobre ese cine con nostalgia y humor. Un documental muy bueno para acabar el día.
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 5
DíA 5 - 11/10/10
Después de acostarme a las tantas de la madrugada, no merece la pena madrugar y más si las películas que interesan se pueden enganchar a otras horas.
La primera película del día fue Dream Home. Cinta coreana ultragore con un intento de historia dramática que justifique los actos violentos de la protagonista. Muy larga y aburrida, salvo en sus momentos sanguinolentos. Destaca un maquillaje FX portentoso, que provocó más de una ovación entre el sádico público de la sala. También incluye una crítica bastante simplona a todo el problema de la “burbuja inmobiliaria”.
Vanishing on 7th Street es la última película de Brad Anderson. Un planteamiento interesante que se desinfla al poco de empezar y aburre hasta la saciedad. Otra cinta apocalíptica desaprovechada.
James Wan, director de Saw y de la genial e infravalorada Sentencia de muerte, presentó su nueva película de terror: Insidious. Muy televisiva, con una luz muy plana, contiene un par de buenos sustos pero, en general, es muy floja. Posee momentos de verdadero ridículo causado casi en su totalidad por un maquillaje muy exagerado, muy de teatro japonés; pero si rascamos la superficie encontramos una historia bien elaborada aunque no demasiado bien resuelta. De todas formas, James Wan sigue siendo un director a tener en cuenta.
En el pase que se produjo de 14 días con Víctor en el Auditori, se proyectaba el corto de mi amigo Jim Box y nos metimos a verlo. El corto, llamado La mirada circular, es una interesante denuncia al maltrato de ganado, mostrándonoslo con una parábola de terror infantil. Una vez acabado el corto, decidimos salirnos de la sala sin ver la película, preferiendo disfrutar de una buena y tranquila cena. Sin ganas de ver más películas, por un día, dormimos más de 5 horas.
Después de acostarme a las tantas de la madrugada, no merece la pena madrugar y más si las películas que interesan se pueden enganchar a otras horas.
La primera película del día fue Dream Home. Cinta coreana ultragore con un intento de historia dramática que justifique los actos violentos de la protagonista. Muy larga y aburrida, salvo en sus momentos sanguinolentos. Destaca un maquillaje FX portentoso, que provocó más de una ovación entre el sádico público de la sala. También incluye una crítica bastante simplona a todo el problema de la “burbuja inmobiliaria”.
Vanishing on 7th Street es la última película de Brad Anderson. Un planteamiento interesante que se desinfla al poco de empezar y aburre hasta la saciedad. Otra cinta apocalíptica desaprovechada.
James Wan, director de Saw y de la genial e infravalorada Sentencia de muerte, presentó su nueva película de terror: Insidious. Muy televisiva, con una luz muy plana, contiene un par de buenos sustos pero, en general, es muy floja. Posee momentos de verdadero ridículo causado casi en su totalidad por un maquillaje muy exagerado, muy de teatro japonés; pero si rascamos la superficie encontramos una historia bien elaborada aunque no demasiado bien resuelta. De todas formas, James Wan sigue siendo un director a tener en cuenta.
En el pase que se produjo de 14 días con Víctor en el Auditori, se proyectaba el corto de mi amigo Jim Box y nos metimos a verlo. El corto, llamado La mirada circular, es una interesante denuncia al maltrato de ganado, mostrándonoslo con una parábola de terror infantil. Una vez acabado el corto, decidimos salirnos de la sala sin ver la película, preferiendo disfrutar de una buena y tranquila cena. Sin ganas de ver más películas, por un día, dormimos más de 5 horas.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Diario del Festival de Sitges 2010 - Día 4
DíA 4 - 10/10/10
El cuarto día se presenta como uno de los más apetecibles, básicamente por descubrir la última cinta de unos de mis directores favoritos: John Carpenter.
Rare Exports: A Christmas Tale es una coproducción entre Finlandia, Noruega, Francia y Suecia. Su director Jalmari Helander ya había realizado dos cortos anteriormente con el mismo título y argumento. Cortos multipremiados y realmente geniales sobre unos cazadores de extraños seres salvajes que viven en el monte. La película se centra en la tranquila vida de estos cazadores y la irrupción de un extraño animal que aniquila el ganado y secuestra a los niños del pueblo. Un guión muy original y una correcta realización en una de las películas que más quería ver. Recomiendo fervientemente el visionado de los cortos que preceden la cinta. En Youtube se encuentran ambos cortos y con subtítulos en español.
Por fin, The Ward, la última y esperadísima película del maestro John Carpenter. Toda la ilusión se desinfla al comprobar que no se trata más que de otra película de susto fácil y poco argumento, con muy poca fuerza narrativa y sin música del director (uno de los puntos más característicos de su obra). Toda una decepción que se puede achacar sin duda a la avanzada edad del maestro.
El cortometraje El grifo me ha sorprendido gratamente pues me ha recordado a las antiguas Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. Celso Bugallo está genial y la historia es agobiante. Bueno.
Desde el festival de Austin (Texas) llega la ganadora de la última edición, la cinta española Secuestrados. Un secuestro a una familia adinerada en una urbanización es el argumento. Lo original: que está rodada solo en 10 planos (supuestamente) y eso le da una intensidad muy grande. El trabajo de los actores es muy destacable sobre todo el de una inmensa Ana Wagener y de Manuela Vellés, que en cada trabajo se supera. Una película muy interesante con alguna que otra trampa de guión pero, en definitiva, muy destacable.
Uno de los ciclos nocturnos más interesante de todo el festival lo formaban Zebraman 2: Attack on Zebra City, Norweggian Ninja y Rubber. Y, sin duda, interesante fue.
Zebraman 2: Attack on Zebra City nos presenta las nuevas aventuras del superhéroe más bizarro de Japón. El director más prolífico de Sitges, Takashi Miike, vuelve a traer la locura al festival, realizando una película muy divertida y absurda, aunque demasiado larga.
Norweggian Ninja es divertida en su planteamiento pero se hace eterna y repetitiva, y eso que dura solo 70 minutos. Poco a destacar.
La última del ciclo, Rubber, es una cinta muy extraña y original a más no poder. Es la historia de un neumático que descubre el placer de matar. Utilizando poderes psíquicos va matando a todo el que se cruza en su camino. Muy buena fotografía en unos geniales paisajes desérticos. Multitud de cabezas estallando en una historia que incluye dosis de drama sensiblero (ruedas quemándose) y metalingüística, pues en definitiva, es una oda a lo absurdo en el cine. Una auténtica delicatessen.
Rubber hace que nos vayamos a dormir con muy buen sabor de boca.
El cuarto día se presenta como uno de los más apetecibles, básicamente por descubrir la última cinta de unos de mis directores favoritos: John Carpenter.
Rare Exports: A Christmas Tale es una coproducción entre Finlandia, Noruega, Francia y Suecia. Su director Jalmari Helander ya había realizado dos cortos anteriormente con el mismo título y argumento. Cortos multipremiados y realmente geniales sobre unos cazadores de extraños seres salvajes que viven en el monte. La película se centra en la tranquila vida de estos cazadores y la irrupción de un extraño animal que aniquila el ganado y secuestra a los niños del pueblo. Un guión muy original y una correcta realización en una de las películas que más quería ver. Recomiendo fervientemente el visionado de los cortos que preceden la cinta. En Youtube se encuentran ambos cortos y con subtítulos en español.
Por fin, The Ward, la última y esperadísima película del maestro John Carpenter. Toda la ilusión se desinfla al comprobar que no se trata más que de otra película de susto fácil y poco argumento, con muy poca fuerza narrativa y sin música del director (uno de los puntos más característicos de su obra). Toda una decepción que se puede achacar sin duda a la avanzada edad del maestro.
El cortometraje El grifo me ha sorprendido gratamente pues me ha recordado a las antiguas Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. Celso Bugallo está genial y la historia es agobiante. Bueno.
Desde el festival de Austin (Texas) llega la ganadora de la última edición, la cinta española Secuestrados. Un secuestro a una familia adinerada en una urbanización es el argumento. Lo original: que está rodada solo en 10 planos (supuestamente) y eso le da una intensidad muy grande. El trabajo de los actores es muy destacable sobre todo el de una inmensa Ana Wagener y de Manuela Vellés, que en cada trabajo se supera. Una película muy interesante con alguna que otra trampa de guión pero, en definitiva, muy destacable.
Uno de los ciclos nocturnos más interesante de todo el festival lo formaban Zebraman 2: Attack on Zebra City, Norweggian Ninja y Rubber. Y, sin duda, interesante fue.
Zebraman 2: Attack on Zebra City nos presenta las nuevas aventuras del superhéroe más bizarro de Japón. El director más prolífico de Sitges, Takashi Miike, vuelve a traer la locura al festival, realizando una película muy divertida y absurda, aunque demasiado larga.
Norweggian Ninja es divertida en su planteamiento pero se hace eterna y repetitiva, y eso que dura solo 70 minutos. Poco a destacar.
La última del ciclo, Rubber, es una cinta muy extraña y original a más no poder. Es la historia de un neumático que descubre el placer de matar. Utilizando poderes psíquicos va matando a todo el que se cruza en su camino. Muy buena fotografía en unos geniales paisajes desérticos. Multitud de cabezas estallando en una historia que incluye dosis de drama sensiblero (ruedas quemándose) y metalingüística, pues en definitiva, es una oda a lo absurdo en el cine. Una auténtica delicatessen.
Rubber hace que nos vayamos a dormir con muy buen sabor de boca.
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